La gamificación en el aula es un concepto propio del siglo XXI, algo muy de moda actualmente en el mundo educativo. La ludificación, como también es conocida, es una técnica de aprendizaje que tiene como principal objetivo motivar al alumnado de una manera diferente y que aprendan de una forma más divertida y experiencial.
El fin primero de estas nuevas herramientas que nos proporciona la era de la tecnología en la que vivimos es conseguir los mejores resultados sin que nuestro alumnos y alumnas se aburran en clase.
Esta idea surgió para hacer frente a la gran cantidad de estímulos con los que conviven hoy en día nuestros jóvenes, quienes son cada vez menos tolerantes a la sensación de aburrimiento y con menor capacidad de concentración.
Por este motivo, los docentes de nuestro colegio utilizamos diferentes recursos para gamificar nuestras aulas, como por ejemplo la plataforma ClassDojo. Muchos habréis escuchado hablar sobre ella, pero pocos sabéis realmente los increíbles beneficios que aportan en el día a día de un centro educativo.
ClassDojo es una aplicación que sirve principalmente para gestionar el aula, proporcionando a los chicos y chicas una retroalimentación de manera inmediata a través de puntos, siendo personalmente partidaria de usar esta aplicación para premiar al alumnado y no para penalizarlos. Usado de manera diaria y motivándoles constantemente puede ser una herramienta muy potente para padres, madres y docentes y muy divertida para nuestros niños y niñas.
Algo muy ventajoso de esta app es la comunicación directa entre escuela y familia, quienes reciben un informe diario de los puntos obtenidos en clase. Esto hace que las familias puedan entablar conversaciones con sus hijos e hijas en las cuales traten su evolución diaria en el colegio. Además, se pueden enviar mensajes instantáneos a través de la aplicación, lo que pone en contacto directo a los profes con los padres y madres de nuestro alumnado.
Otro de los puntos clave de esta plataforma es el apartado de “historias”. En él, el docente puede colgar imágenes y vídeos de los escolares mientras realizan diferentes actividades en clase. El objetivo es que las familias conozcan de manera más personal lo que se lleva a cabo con sus hijos e hijas dentro de las cuatro paredes que forman las aulas, muchas veces opacas y cerradas a la opinión externa.
Lo que más me gusta como maestra, y que encanta a mis alumnos y alumnas, es el momento de intercambiar los puntos obtenidos durante ese mes por premios que podrán utilizar a lo largo del mes siguiente. En el aula tenemos un rincón destinado a la tienda del ClassDojo con diferentes recompensas que motivan a los jóvenes a realizar sus tareas bien a lo largo del día incrementando la cantidad de puntos.
Desde que he puesto en marcha el uso de esta app, ayudar a los compañeros, resolver conflictos, buscar información extra, trabajar bien en equipo, ser responsable o puntual tiene premio. Tareas y actitudes que anteriormente costaba que llevaran a cabo o no ponían en práctica diariamente, se realizan con asiduidad y hacen del aula un lugar más agradable donde compartir momentos y aprender juntos.
La gamificación ha venido para quedarse, y bajo mi punto de vista es una muy buena manera de conectar con nuestros jóvenes y extraer todo su potencial. Sin emoción no hay aprendizaje, y si logramos entender a las personas que tenemos enfrente conseguiremos magníficos resultados.
Nosotros ya lo estamos poniendo en práctica…
Y tú, ¿te atreves a gamificar tu vida?