Cuando hablamos de Educación Infantil nos viene a la memoria esa etapa de la niñez en la que vamos descubriendo nuestro entorno y comenzamos a socializarnos con nuestros iguales y con otros adultos que no son de la familia. Estamos acertados al pensar así, pero esa etapa también es clave para el desarrollo de la identidad de toda persona porque es cuando se consolida aspectos fundamentales de su personalidad.

Estos cambios se producen constantemente, aunque no siempre con el mismo ritmo ya que dependen de cada niño o niña. Este recorrido hacia la madurez pasa por el desarrollo de la conciencia de sí mismos, de la admiración al descubrir cosas nuevas, del inicio del control de emociones y sentimientos, del desarrollo del pensamiento crítico y creativo, …

Desde el colegio Trilema-Pobla somos conscientes de que tenemos una gran responsabilidad en esta etapa educativa, y que debemos educar en todas las dimensiones del ser humano. Colaboramos con las familias en el desarrollo de la dimensión biológica cubriendo las necesidades de los alumnos con los circuitos de estimulación temprana, los hábitos alimenticios durante almuerzos y comidas, el control de esfínteres, … Por otro lado, no podemos obviar la dimensión cognitiva que permite el desarrollo de sus mentes a través de las numerosas actividades que trabajamos desde los proyectos interdisciplinares tan conocidos en nuestros centros como del inicio de los procesos de lectoescritura que estimulan su curiosidad y aprendizaje. El desarrollo de la dimensión social y cultural proporciona a los alumnos y alumnas las herramientas necesarias para vivir en sociedad, con valores como la socialización, la cooperación, la solidaridad, desde un pensamiento ético y crítico hacia los demás.

Y por último el desarrollo de la parte emocional y espiritual de la persona que va marcando el carácter de los niños y niñas y, que desde la escuela Trilema Pobla llevamos a cabo con los proyectos Kumi, que contribuyen al despertar religioso de los alumnos y alumnas, al desarrollo de su curiosidad por lo desconocido, el interés por las historias y los personajes, y de situaciones de la vida real con las que pueden identificarse.

Nuestra gran labor con Kumi, es acompañarlos con la presentación de experiencias vitales que les permita conocerse a sí mismo y comprender el Misterio desde la reflexión y la expresión de sentimientos y emociones, y sobretodo de un modo de actuar frente a determinadas situaciones. Nuestras aulas se transforman en experiencias vitales en las que los alumnos y alumnas se sumergen para ir creando oportunidades de aprendizaje y crecimiento: experiencias de pertenencia que les ayude a integrarse y superar sus miedos, experiencias de fracaso que les ayude a superar la frustración, experiencias de empatía que les permita percibir y compartir las ideas y sentimientos de otros, experiencias del perdón que permita regular la culpa, la vergüenza o el arrepentimiento; experiencias de amor sin mirar a quien tenemos delante, y otras muchas más experiencias como la celebración del trabajo, la aceptación , el silencio, la resilencia…

A lo largo de cada curso de Educación Infantil desarrollamos tres proyectos de Kumi con títulos tan motivadores entre otros como: Buscando lagartijas, De la mano de un romano, Rompe la hucha.

María Ortega

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