Por Ángela Primo, madre de dos alumnos de 5º E.P.
La decisión de cambiar de colegio fue un proceso meditado, teniendo en cuenta que vivíamos a una manzana de su colegio anterior en Carlet y tenían sus amigos, pero no veíamos a nuestros hijos motivados e ilusionados en su día a día.
La etapa educativa es un proceso largo y costoso que marcará a nuestros hijos durante toda su vida. Habíamos oído e investigado diferentes tipos de metodologías y colegios, llegando a la conclusión de que, al fin y al cabo, la mejor metodología dependerá del niño y la implicación del centro y su comunidad.
La desmotivación es un problema actual en las aulas, llevando a un abandono en el estudio. Los institutos están llenos de niños con dicha casuística. Materias como Naturales, Sociales, Matemáticas y un largo etcétera no deberían trabajarse solo con clases magistrales, sino mediante la experimentación, causa-efecto, juego, participación, ordenadores, vídeos, establecimiento de roles… En definitiva: hacer partícipes a nuestros hijos y ayudarles a ser emprendedores, hará que nuestros hijos tengan interés por aprender.
El Ministerio de Educación indica en sus decretos las Competencias a trabajar en las aulas que les ayudará a lo largo se su vida a desarrollarse en su vida laboral, social y personal. Todo eso es lo que vemos en el día a día en las escuelas de la Fundación Trilema, y es lo que vimos en nuestra primera visita de puertas abiertas al colegio Trilema Santa Ana de La Pobla Llarga.
En nuestra primera visita, vimos alumnos con la ilusión de mostrar el trabajo realizado durante el proyecto. Preguntábamos a diferentes alumnos y ellos mismos querían contestar, no tenían miedo ni vergüenza, en definitiva tenían tablas de comunicación.
Los vimos trabajar en Chromebook e Ipads pudimos ver cómo se trabaja la Animación a la Lectura, asombrándonos de cómo se trabajaba los Proyectos de aquella forma. Nos hizo recapacitar y quisimos
formar parte de TRILEMA. Después de un año en Santa Ana Trilema, vemos a nuestros hijos motivados e ilusionados en su día a día, con iniciativa por aprender y mejorar.
En conclusión, no solamente el Ministerio o la Consellería indica cómo se debe trabajar, sino que nosotros como padres debemos elegir cuál es la mejor forma de prepararles para el futuro.