“Venga chicos, recoged las cosas que os vais a clase de gimnasia”.

Seguro que si eres maestr@ has escuchado esta frase en alguna ocasión, aunque por suerte esto empieza a formar parte del pasado ya que hoy en día no se habla tanto de gimnasia y SÍ de Educación Física, entendiendo ésta como un área importante del currículum. La Educación Física es una asignatura a través de la cual se pueden desarrollar multitud de contenidos a parte de las propias habilidades y capacidades físicas. Además de poder integrarse en el trabajo por proyectos, esta área es fundamental para educar en hábitos saludables y fomentar valores.

Pero esto es algo que trataremos en otra ocasión ya que en este artículo vamos a hablar sobre la estimulación temprana en Educación Infantil y concretamente del desarrollo de los circuitos de psicomotricidad. de manera sistematizada.

Numerosos estudios demuestran la importancia de realizar actividad física desde edades tempranas para favorecer el desarrollo de l@s niñ@s. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la realización de actividad física adecuada ayuda a niñ@s y jóvenes a desarrollar un aparato locomotor y un sistema cardiovascular sanos”.

  • A nivel motor consigue que l@s alumn@s dominen su movimiento corporal. Ayuda a afirmar su lateralidad, control postural, equilibrio, coordinación, ubicación en tiempo y espacio.
  • A nivel cognitivo consigue potenciar su memoria y atención. Introduce nociones espaciales como arriba-abajo, a un lado-al otro lado, delante-detrás, cerca-lejos y otros más, a partir de su propio cuerpo.
  • A nivel social y afectivo consigue conocer sus límites y afrontarlos además de favorecer la relación con sus semejantes. Reafirma su autoconcepto y autoestima, al sentirse más seguro emocionalmente, como consecuencia de conocer sus propios límites y capacidades.

Para poder alcanzar estos objetivos es importante sistematizar la actividad física desarrollando la estimulación temprana a través de diversos ejercicios. Un buen modo es con nuestro Programa de Excelencia Física el cual consta de 3 partes: movilidad, destreza manual y equilibrio. Cada día se dedica un tiempo (entre 25-30 minutos) a hacer un circuito motor por diferentes espacios del centro en el que realizan las diferentes actividades.

La primera parte consiste en intercalar actividades de movilidad y equilibrio haciendo ejercicios de gateo, arrastre, paso de soldado o rotaciones. Después aumentamos la exigencia con el paso por la escalera de braquiación, estación clave en el circuito. Un@ a un@, l@s niñ@s realizan el circuito metiéndose en la piel de cocodrilos, militares, gatos o chimpancés. Para terminar, la actividad finaliza realizando una carrera a una distancia determinada.

Una vez acabado el circuito concluimos con un aplauso final reconociendo el esfuerzo realizado y que nos servirá como motivación para las siguientes tareas. Es importante acompañar a l@s alumn@s durante toda la actividad para animarl@s.

Obviamente cada curso realiza los ejercicios adaptados a su edad. Por ejemplo, en la escalera de braquiación, el objetivo de l@s niñ@s de 3 años es mantenerse colgados durante 10 segundos, mientras que a partir de 4 años deben ir pasando de barrote en barrote a través del balanceo hasta conseguir recorrer toda la escalera al finalizar la etapa de Educación Infantil.

Por último, debemos ir anotando alteraciones que vayamos viendo en nuestros alumnos. Es importante realizar una evaluación continua de los movimientos y habilidades de l@s niñ@s ya que nos dan muchas pistas de cara a enfrentarse en un futuro al proceso lecto/escritor y anticiparnos así a posibles dificultades.

En estos tiempos en los que se está apostando por mejorar nuestros hábitos y luchar contra la obesidad infantil, el realizar este tipo de programas de estimulación temprana son fundamentales enseñar a l@s alumn@s tener un estilo de vida saludable en la edad adulta. Su salud y bienestar lo agradecerá…

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