Desde la Fundación Trilema sabemos que aplicar distintas metodologías en el aula con rigor permite un aprendizaje más profundo, fomenta la inclusión al personalizar la enseñanza, influye en la motivación del alumnado y posibilita entrenar las competencias.  Las estaciones de aprendizaje suponen una herramienta didáctica que cumple todas estas claves,  pero además desarrolla la autonomía  y cooperación de nuestros alumnos y alumnas mientras se mueven, disfrutan y son protagonistas de su aprendizaje.

En nuestro cole hemos puesto en práctica esta metodología en distintos cursos creando posibilidades de desarrollo para cada niño/niña con resultados muy positivos.

Las estaciones de aprendizaje ayudan a organizar la sesión o sesiones de aula de un modo más flexible y autónomo.  Podríamos compararlas con un circuito de aprendizaje (concepto que viene del mundo deportivo) similar al trabajo por rincones tan característico de la enseñanza en Educación Infantil pero ancladas a unos objetivos y contenidos didácticos. Se definen como la realización de una unidad didáctica o una parte de la misma, repartida en diferentes estaciones. Rompemos la unidad en distintos conceptos que se trabajarán a lo largo de las estaciones que hemos diseñado.  Al final del recorrido el alumnado crea su propio conocimiento.

Las estaciones son lugares físicos, en ellos, los y las estudiantes encuentran una actividad que deben realizar y el material que necesitan para desarrollarla. La actividad puede exigir que se lleve a cabo de forma grupal, por parejas o individualmente.

Por otro lado, las estaciones se diseñan para adecuarse a los distintos niveles que existen dentro de un aula, por lo que habrá estaciones más complejas y con mayor nivel de exigencia y otras enfocadas al nivel grupal y con garantías de éxito para cada participante.

Por último, podemos diferenciar entre dos modalidades de organizar las estaciones de aprendizaje, como un circuito cerrado en el que cada estudiante debe pasar de forma indispensable por todas las estaciones o abierto en el que existen estaciones de paso obligatorio y otras de paso libre según las necesidades personales de aprendizaje.

Esta experiencia se ha llevado a cabo en distintos momentos y con distintos contenidos a trabajar en 1º EP (circuito cerrado) y 4º EP (circuito abierto).

En 1º EP se llevó a cabo dentro del área de matemáticas para profundizar en el conocimiento del dinero y el manejo del mismo, también dentro del trabajo por proyectos para conocer la clasificación de animales. En esta última ocasión se ha realizado para introducir el concepto de decena y entrenar habilidades previas utilizando la manipulación y representación gráfica que ayudarán a su posterior comprensión.

Algunas claves para llevar a cabo estaciones de aprendizaje con éxito en 1º EP:

  • Crear grupos de alumnos/as (máximo 4) que abarquen distintos niveles de aprendizaje.
  • Definir muy bien las normas de funcionamiento de las estaciones y asegurarnos que se han comprendido.
  • Dedicar tiempo a explicar y entrenar cómo trabajar por estaciones de aprendizaje.
  • Precisar los roles que desarrollarán cada componente del grupo.
  • Anticipar y detallar qué se pide en cada actividad/estación antes de comenzar el circuito.
  • Variar el tipo de actividades, desde aquellas que requieren mayor reflexión y fomentan el pensamiento hasta manipulativas o de creación.
  • Limitar el número de preguntas al profesorado buscando que encuentren estrategias por si mismos/as para la solución de problemas. El objetivo es que el rol de maestro/a sea de guía del aprendizaje, acompañando el proceso y permitiendo que los y las estudiantes trabajen de la forma más autónoma posible (Además, permite tiempo y espacio para atender de forma personalizada a aquellos alumnos/as que lo necesitan mientras el resto trabaja)
  • Utilizar un medidor de tiempo visual para permitir la autorregulación, así como un controlador del volumen de voz (existen aplicaciones que son de gran utilidad para ello)
  • Intercalar , al menos, una estación de descanso de carácter más lúdico.
  • Incluir una estación final, individual y obligatoria de autoevaluación-coevaluación y metacognición.

Aunque puede parecer que conlleva trabajo en su elaboración los resultados merecen la pena. Los alumnos y alumnas están totalmente motivados e implicados en la actividad simplemente por variar la forma de organizar la sesión de aula. Se limita el tiempo en actividades cortas y variadas, se levantan, se mueven, colaboran, piensan con sus compañeros y compañeras, se ayudan y aprenden de otros/as desde el disfrute, despertando la curiosidad por saber qué les tocará hacer en la siguiente actividad. Además mejora la comprensión y el aprendizaje es más significativo y accesible, bien porque se refuerza un concepto o bien porque se anticipan/entrenan habilidades necesarias para la comprensión posterior de algo más complejo.

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