La sociedad en la que nos encontramos esta en continuo cambio y transformación. Se trata de una transformación no planificada que está afectando la manera en cómo nos organizamos, cómo trabajamos, cómo nos relacionamos y cómo aprendemos. El periodismo, la música, la ciencia o la literatura, avanzan a una velocidad que no hubiésemos imaginado hace unos años, pero, ¿qué sucede con la educación?. Las escuelas no pueden estar ajenas a este cambio, sino que deben asumirlo y trabajar en ello, formando a sus alumnos y preparándoles para este cambio, tanto en conocimientos, como actitudes, sentimientos, habilidades o procedimientos.
Hoy en día, la tecnología desempeña un papel muy importante en la vida cotidiana de las personas. Nosotros como maestros debemos adaptarnos al hecho de que los estudiantes están cada vez más rodeados de tecnología. Clases basadas en los métodos tradicionales están siendo cada vez más reemplazadas por clases innovadoras donde los estudiantes participan de forma activa y utilizan otros medios para aprender.
Vamos por el buen camino, puesto que cada vez más, se entiende la escuela como un lugar abierto, por y para los alumnos, donde todos deben implicar y desarrollar sus preocupaciones, habilidades y pensamiento crítico. En las clases se utilizan muchas metodologías, como la gamificación, la metacognición o las rutinas de pensamiento, no solo para ser competentes hoy sino también en el futuro.
Las TIC aportan grandes beneficios en el aula no sólo a los estudiantes sino también a los profesores. Las nuevas tecnologías, además de ofrecernos una nueva forma de enseñanza, son también una forma de hacer que la enseñanza y el aprendizaje sean más atractivos, más cooperativos, más dinámicos. Las TIC pueden ser el punto de conexión para que los estudiantes adquieran el conocimiento de una manera más simple y lúdica.
Además de esto, es importante tener en cuenta que la aplicación de la tecnología en las clases es crucial para motivar a los estudiantes. Estos están constantemente rodeados de dispositivos tecnológicos y reaccionan positivamente a su uso dentro del aula. Pueden utilizar diferentes aplicaciones para producir, mostrar y compartir su trabajo con sus compañeros de clase, profesores y padres a través de los ordenadores, la pizarra interactiva o incluso Internet. Los estudiantes además tienen la oportunidad de leer, hablar y mejorar sus habilidades de escucha en línea y podemos trabajar con material auténtico y real utilizando diferentes sitios web o software, como el punto de poder hacer presentaciones o mostrar imágenes que fomenten la comunicación y expliquen conceptos desde diferentes perspectivas.
A pesar de todo eso, no se nos puede olvidar, como dijo Bill Gates, “La tecnología es solo una herramienta. Para conseguir que los niños trabajen juntos y motivarles, el profesor es lo más importante”.
