Por Frank Tudela Giménez.

El pasado viernes, 20 de septiembre, comenzamos de nuevo con las Tutorías Verticales con los alumnos y alumnas de 1º a 6º de primaria junto con un tutor o tutora, por un lado y tres cursos de infantil por otro. Esta tutoría se realiza los viernes alternos a lo largo de todo el curso escolar y ya se viene realizando en nuestro centro desde hace varios años con un resultado muy positivo.

La Tutoría Vertical es más que un agrupamiento de estudiantes de distintas edades y, por tanto, de distintos cursos que trabajan en equipo y aprenden juntos unos de otros con la guía de un tutor/a. Estos grupos están formados por alrededor de 14 o 15 alumnos, hay dos o tres alumnos de diversos cursos, y los que los mayores tienen la responsabilidad especial de guiar a sus compañeros más jóvenes. A medida que cuidan a sus compañeros más jóvenes, los mayores obtienen un mayor sentido de valor y responsabilidad social y los niños más pequeños, a su vez, se sienten más seguros.

La idea es fomentar relaciones positivas entre diferentes edades y que los alumnos de todo el centro se conozcan, se ayuden entre sí y aprendan unos de otros. Y no sólo durante los viernes por la mañana, que es cuando tenemos los agrupamientos, sino también cuando se encuentren por los pasillos, en el patio y en otros espacios comunes del colegio; especialmente durante la convivencia de todo el centro que realizaremos en octubre en el campamento “El Teularet”, en la Sierra de Enguera.

Durante las tutorías verticales, los estudiantes conviven, crean proyectos, aprenden unos de otros… También, se educan en el carácter y en el desarrollo de relaciones interpersonales a través de aprendizajes cooperativos. La motivación del alumno resulta de la oportunidad de estar con otros alumnos que no son de su misma clase o edad, la oportunidad de conocer e implicarse en experiencias y en tareas diferentes.

La primera sesión se ha centrado en la formación de los nuevos grupos y en la asignación de tutores a través de dinámicas lúdicas y distendidas, con actividades que se tenían que realizar y resolver con la participación de todos los alumnos de cada grupo. Se ha fomentando la conciencia de grupo, primando más la cooperación y la ayuda que el individualismo y la competición.

Además, este curso crearemos el libro viajero que se llevarán una vez por semana cada alumno a su casa. Deberán contar un poco sobre ellos mismos, gustos, aficiones, mascotas, etc. De esta forma conocerán de una forma más personal al resto del equipo, creando una atmósfera más familiar en el grupo y sentimientos de vínculo y empatía entre ellos.

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